Me gustaría enseñar una de las cosas que más me atraen cuando me piden que decore una casa, la parte más personal. Cuando una casa tiene ya todo lo básico (y que más quebraderos de cabeza nos da), es cuando llega el momento de personalizar.

Me gusta que las casas se parezcan mucho a sus dueños, y por eso suelo pedir que me enseñen sus “bienes más preciados”, esos que van estar encima del aparador si o si, de forma que el aparador y lo que les rodeé potencien esa pieza importante para su vida. (Aunqiue a veces deja de estar encima del aparador y se va a otro sitio)

Con esas piezas a mi me gusta hacer bodegones, mezclar libros, lámparas, figuras, cuadros… y hacer un nuevo rincón que atraiga nuestra atención. Por supuesto, como buen bodegón tiene que cambiar con el tiempo, y con las ncesidades, además de con los gustos.